
Así emprende, a dentelladas, un viaje por sí mismo con una sensación de hambre que sirve de combustible para la vida, porque el hambre nos mueve, nos vuelve osados y nos alimenta.
En Hambriento, Nach reúne sus poemas más libres y sinceros, compuestos durante cuatro años, y que transitan por ese camino tan sencillo, y a la vez complejo, que llamamos vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta lo que piensas...